Una noticia que ha generado gran revuelo en el mundo del fútbol sudamericano es la confirmación de que Uruguay, Argentina y Paraguay serán sedes del Mundial 2030, sumándose así a España, Portugal y Marruecos. Esta decisión de la FIFA ha puesto en alerta a las selecciones de Venezuela y Colombia, ya que reduce considerablemente sus posibilidades de clasificar a la próxima Copa del Mundo.
Con la asignación de tres sedes a Sudamérica, se ha determinado que todos los países anfitriones tendrán un cupo asegurado en el torneo. Esto implica que Uruguay, Argentina y Paraguay se llevarán tres de los seis cupos directos que la Conmebol tiene asignados para los mundiales desde 2026.
Según diversas fuentes cercanas a la FIFA, el resto de las selecciones sudamericanas, entre ellas Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Chile y Perú, deberán disputar una eliminatoria sumamente competitiva. Se estima que solo tres equipos obtendrán un cupo directo al Mundial, mientras que un cuarto disputará un repechaje.
Ante este escenario, el director técnico de la selección colombiana, Néstor Lorenzo, expresó su preocupación al respecto. “Un partido en una sede no justifica clasificar a una selección para la competición, pero yo no soy el indicado para hablar de eso”, lamentó el estratega.
Esta noticia ha generado un gran debate en el ámbito futbolístico, ya que muchos consideran que esta decisión de la FIFA perjudica las posibilidades de las selecciones más pequeñas de clasificar a un Mundial. Sin embargo, también hay quienes argumentan que esta medida incentivará la competitividad en las eliminatorias sudamericanas.