Comenzó a salir con amigos a los 17 años, bebiendo y frecuentando discotecas durante la semana, lo que la llevó a una vida de excesos y caos.
Con el paso del tiempo, su vida se volvió más descontrolada, trabajando en un bar y conociendo a un hombre que creía que sería su futuro esposo.
Sin la supervisión de sus padres, su conducta y relaciones se tornaron cada vez más egoístas y problemáticas debido a la influencia del alcohol en su vida.
Morgan dejó la universidad, reflexionó sobre su estilo de vida y pidió ayuda a Dios para cambiar. Dos semanas después, descubrió que tenía cáncer de ovario, lo que tomó como una advertencia para impactar positivamente en el mundo y ayudar a los demás.
Tras recibir tratamiento a tiempo, Morgan superó el cáncer y regresó a casa. Aprendió a valorar la vida, a no ser egoísta y a hacer el bien a los demás, como parte de su propósito en la vida según la revelación que tuvo durante su enfermedad.
«‘¿Qué has hecho para impactar este mundo de alguna manera?’. Dios habló a mi corazón y dijo que de esto se trata la vida. En ese momento me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo. Y Dios me decía: ‘Estás aquí para amar y ayudar a los demás’», dijo.
Morgan enfrentó la dificultad de tener su corazón dividido entre Dios y su novio, quien la apoyó durante su diagnóstico de cáncer. Después de cinco años, tomó la decisión de priorizar su relación con Dios sobre la terrenal.
A través de la entrega y la comprensión de que no podía hacerlo sola, Morgan experimentó un cambio en sus deseos y ya no quería seguir los mismos hábitos dañinos.
Su compromiso con Dios le trajo paz y satisfacción que antes no había experimentado.
Morgan dedicó tiempo a fortalecer su relación con Dios, entregando todas las áreas de su vida, incluida su vida amorosa. Esto incluyó romper con su novio y, en octubre de 2020, se bautizó a los 27 años.
Experimentó alegría y paz al estar plenamente comprometida con Dios, quien satisfizo sus necesidades y deseos del corazón. Ahora, como enfermera, espera casarse con alguien que comparta su fe.
Ella destaca la bondad, la paciencia y la misericordia de Dios, agradecida por la constante presencia de Él en su vida. Inspira a quienes tienen un corazón dividido a buscar la plenitud y libertad que proviene de una relación íntima con el Señor.
“Para aquellos que están luchando en su relación con el Señor, porque tal vez todavía están atrapados en esa vieja vida, están viviendo un doble estilo de vida. Los animo a permanecer cerca del Señor y seguir orando. Él hará estos cambios en ti. Sólo tienes que dárselo a Él”, finalizó.
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