China está dando pasos para que su economía dependa menos de Occidente, y podría tener motivaciones tanto económicas como militares para hacerlo.
Durante los últimos años, China ha invertido miles de millones para impulsar su producción de chips semiconductores, vehículos eléctricos, baterías y paneles solares. El año pasado, el Sudeste Asiático superó a Estados Unidos y Europa como mayor mercado de exportación de China. El Gobierno chino también ha reducido sus tenencias de bonos del Tesoro estadounidense, ha tomado medidas para reducir su dependencia de las importaciones de alimentos occidentales y ha trabajado para mejorar su seguridad energética.
Algunos expertos explican a Business Insider que, desde el punto de vista económico, estos esfuerzos podrían dar un impulso a corto plazo a la deprimida economía china y ayudarla a prepararse para las tensiones geopolíticas a largo plazo con Occidente. Pero estas estrategias también podrían ayudarle a cumplir otro objetivo: preparar al país para la guerra.
«Reunificar Taiwán con el continente es una de las aspiraciones más claras de Xi Jinping, y sólo tiene sentido que, si está tratando de conseguirlo, quiera hacerlo de una manera que minimice la exposición a la economía china», resume a Business Insider Vivek Chilukuri, experto en seguridad nacional del Center for a New American Security.
Pero algunos expertos dicen que si un intento de reunificación por la fuerza estuviera a la vuelta de la esquina, ellos esperarían algunas otras señales.
«China está actuando ahora bajo el supuesto de que las tensiones con Estados Unidos y Occidente son bastante graves y es poco probable que disminuyan pronto», dice a BI Scott Kennedy, experto en economía china del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. «Al mismo tiempo, hacer eso sigue siendo muy diferente de prepararse para una guerra real y lo que vendría después».
No se trata sólo de la guerra: China tiene otras razones para invertir en su economía
El crecimiento de la economía china se ha ralentizado debido a la crisis de la deuda inmobiliaria, el elevado desempleo juvenil, el envejecimiento de la población y la menor demanda de sus exportaciones. Aunque el crecimiento del PIB chino en abril superó las expectativas, se prevé que estos problemas persistan. La gran inversión del país en tecnología de energías limpias, en particular, pretende impulsar su economía. No obstante, hay quienes se muestran escépticos sobre la exactitud de los datos económicos chinos.
Al mismo tiempo, China está reforzando su ejército a un ritmo vertiginoso y se espera que en pocos años disponga de las fuerzas necesarias para apoderarse de Taiwán, isla que reclama como suya desde hace mucho tiempo. Si China invadiera o bloqueara la isla, probablemente tendría que hacer frente a las sanciones y restricciones comerciales de Estados Unidos y otros países, lo que le daría más razones para reforzar su industria nacional.
Es posible que China esté aprendiendo de Rusia, que tomó medidas para reforzar sus recursos antes de invadir Ucrania en 2022. Aunque la economía rusa se ha resentido desde entonces, los esfuerzos rusos para impulsar su suministro interno de alimentos y diversificar sus socios comerciales le han ayudado a mantenerse a flote y minimizar el impacto de las sanciones occidentales, y las importaciones chinas de petróleo ruso han desempeñado un papel clave en ello. La producción autosuficiente de materias primas esenciales como el petróleo, el gas natural y el trigo también ha ayudado a Rusia, además de contar con un amplio sector de defensa que ha contribuido a abastecer a su ejército.
Aunque China haya acelerado en los últimos años sus esfuerzos por «eliminar riesgos» en su economía, Chilukuri asegura que este proceso comenzó hace ya una década. Señala la política del país ‘Made in China 2025‘, lanzada en 2015, que pretendía convertir a China en el líder mundial en la fabricación de tecnologías clave como chips y vehículos eléctricos.
En última instancia, estos esfuerzos de reducción de riesgos dejarían a China mejor posicionada en caso de invasión o bloqueo de Taiwán o de un acontecimiento imprevisto como una pandemia. Pero Chilukuri cree que gran parte del reciente impulso manufacturero de China tiene que ver con volver a encarrilar su economía después de que la política de covid cero del país la paralizara, y provocara que algunos en China perdieran la confianza en Xi Jinping y su gobierno.
«El trato principal que China ha hecho con su pueblo es que uno renuncia a sus aspiraciones de libertad humana a cambio de un crecimiento económico sostenido sin precedentes históricos», afirma. «Y el covid, creo, tambaleó la confianza de mucha gente en China acerca de que ese trato se iba a cumplir».
Por eso, aunque no se produzca pronto una invasión o un bloqueo, el aumento de las tensiones y la relajación de los lazos comerciales con Occidente podrían motivar a China a invertir en su economía.
A pesar de sus precauciones, una toma de Taiwán podría tener un impacto «desastroso» en la economía china
China ya tiene cierta experiencia en imponer su dominio sobre un territorio y sortear el contragolpe de Occidente.
En 2020, China aprobó una ley de seguridad nacional para Hong Kong que erosionó las libertades, la autonomía y la democracia de la ciudad y provocó la detención de activistas en favor de la democracia. En respuesta, Estados Unidos emitió sanciones contra 11 funcionarios chinos y de Hong Kong, y algunas empresas estadounidenses abandonaron la ciudad.
Algunos creen que la intervención de China en Hong Kong sirvió como prueba de cómo abordaría la toma de Taiwán. Si China sigue el modelo de Hong Kong, puede amenazar a Taiwán para que capitule sin tener que invadir.
Las otras formas en que China puede intentar hacerse con el control incluyen un bloqueo naval que rodee Taiwán y la aísle del resto del mundo. Una tercera posibilidad es una invasión, aunque hay quien discrepa sobre la probabilidad y el momento de esta opción.
En los últimos años, China ha realizado maniobras militares provocadoras alrededor de la isla. Además, Xi Jinping ha ordenado al ejército chino que se prepare para la guerra y ha afirmado que la reunificación con Taiwán es inevitable. Algunos expertos creen que una guerra podría estar en el horizonte.
Pero no todos creen que un movimiento militar chino sea necesariamente inminente. Kennedy subraya que si China se estuviera preparando activamente para una invasión a corto plazo de Taiwán, primero esperaría ver algunas cosas.
Para empezar, China empezaría a preparar a sus ciudadanos para la guerra.
En segundo lugar, Kennedy señala que China invertiría más en materiales como la fibra de carbono, que tiene diversas aplicaciones militares.
En tercer lugar, también esperaría ver cómo muchos diplomáticos, empresarios y estudiantes chinos comienzan a regresar a China, así como movimientos significativos en los activos financieros chinos en un esfuerzo por evitar futuras sanciones.
Kennedy afirma que mientras Estados Unidos y Taiwán no crucen ninguna de las «líneas rojas» de China, la posibilidad de una guerra que implique a Taiwán es «bastante baja». Entre esas «líneas rojas» se incluyen un referéndum sobre la condición de Estado de Taiwán y la ubicación de importantes activos militares estadounidenses y occidentales en Taiwán.
Si China invade, el impacto económico mundial sería enorme y, a pesar de sus esfuerzos por asegurar su economía, probablemente no saldría indemne.
«Cualquier acción contra Taiwán sería desastrosa para la economía china», resume Chilukuri. «Pero China ha demostrado que está dispuesta a asumir un coste considerable por ideología».
fuente businessinsider.es