La consulta popular solicitada por el presidente colombiano con al aval de Luiz Inacio «Lula» Da Silva, mandatario, brasileño, cobra fuerza en Venezuela. María Corina Machado, líder de la oposición, considera que es una propuesta que «amerita reflexión y discusión». Luis Rendueles, Luis Vicente León, Yoel Lugo y Darwin Chávez, analistas políticos, ofrecen a Versión Final sus lecturas.
El plebiscito propuesto por el presidente colombiano Gustavo Petro para garantizar la integridad de los candidatos perdedores de las elecciones presidenciales en Venezuela, empieza a tomar terreno en el marco de la política nacional. Expertos explican a Versión Final cuáles serían las posibles repercusiones que podría tener esta consulta popular.
La propuesta surgió como una idea de Gustavo Petro, que fue comunicada al presidente de Brasil, Luis Ignacio (Lula) Da Silva y previamente al jefe de Estado venezolano Nicolás Maduro. Según el mandatario neogranadino, se trata de un «pacto democrático» donde se tenga «certeza y seguridad sobre la vida y las garantías políticas» del perdedor de las presidenciales del 28 de julio.
Ni el oficialismo ni la oposición se muestran en contra de la propuesta. En palabras de María Corina Machado, líder del partido Vente Venezuela y ganadora de las Primarias del 22 de octubre, es algo que «amerita reflexión y discusión» y reconoce que “el objetivo de lograr un proceso de acuerdos sobre garantías y salvoconductos institucionales para un proceso de transición es absolutamente prioritario”.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, precisa en entrevista con Versión Final que lo expuesto por Petro «es una propuesta inteligente y absolutamente necesaria. No se producen procesos de cambio y transición solo por una elección. Se requiere negociación, garantías de respeto y paz, posibilidad de integración y reducción de los vistos de salida o garantías de entrada y participación para el perdedor».
Petro está tratando de servir de dinamizador de un mecanismo refrendario que le dé carácter de solicitud nacional y que comprometa a todas las partes. Y me parece necesario», sostiene León.
Para Darwin Chávez, periodista y director de Verdades y Rumores, a la iniciativa de Petro «hay que prestarle mucha atención (…). Dice una cosa que es interesante, que se le respete la vida al que pierda las elecciones presidenciales. Ahí hay un detalle interesante que puede estarse manejando tras bastidores». El analista añade que, en su opinión, el oficialismo estudia si conviene o no el plebiscito e incluso no descarta que lo anuncien para el 28 de julio y el CNE postergue las elecciones para diciembre.
Ese plebiscito puede tener dos lecturas, la primera es ganar tiempo, que el chavismo busca ganar tiempo para tratar de suavizar las cosas, evitar el regreso completo de las sanciones, en fin, y la otra posibilidad es que se esté construyendo un acuerdo que permita que se puedan ir, con cierta inmunidad, sin riesgos para su vida, que los dejen salir», agrega Chávez.
Similar percepción tiene el politólogo Luis Rendueles, especialista en campañas electorales. «La propuesta de Petro y Lula es positiva para la resolución del tema Venezuela. Es un reconocimiento tácito de la baja popularidad del Gobierno de Maduro, pero también una alternativa que disminuye los costos de salida del poder y que blinda a los actores en un proceso electoral que está siendo difícil».
¿Es viable este acuerdo?
Yoel Lugo, politólogo, recuerda que desde la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela y la posterior crisis social, económica y política que vivió el país, «se han intentado en varias oportunidades diálogos y acuerdos para acabar con el conflicto», más, «por decisión interna o presiones internas en los grupos nunca se dado el paso final para comenzar con el fin del conflicto».
Según Lugo, podrían existir disyuntivas dentro del oficialismo en torno de este tema. Indicó que Maduro no es el único que tendría que aprobar la propuesta de Petro, sino «la cúpula pequeña de su Gobierno, el cuarto cerrado de confianza de él tiene que dar la luz verde para que esto pase».
Sin embargo, siempre llega el momento en el que el equipo pasa a segundo lugar para poder él salvar su supervivencia. Yo veo a Maduro obligado a ese acuerdo, pero la realidad es que todo pasa después de la elección presidencial, o quizás Maduro logre imponerse en los intereses internos de su grupo y haga lo que tiene que hacer como Jefe de Estado», puntualiza Lugo.
En palabras de Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, «los elementos conceptuales de la propuesta son aceptados por todas las partes. El gran problema es cómo implementarlo. ¿Cuáles serán las preguntas que se someterán y con qué grado de seguimiento.? Ahí es donde veríamos realmente hasta dónde pueden llegar las partes porque ambos tengan que hacer sacrificios tangibles».
Rendueles, por su parte, considera a su vez que el plebiscito «es viable, pero requiere una operación estratégica. Todos los cursos de acción son posibles en política, no se puede descartar nada. Incluso, para el gobierno, significaría blindarse a través de garantías y mediación internacional. Es un ganar-ganar para los demócratas».
Presión internacional está jugando
Tanto la propuesta de Petro, como la aparente aceptación de Edmundo González Urrutia como candidato a las presidenciales, responde a las presiones realizadas por la comunidad internacional. A juicio de Darwin Chávez, el Gobierno «está atrapado en sus propios errores y por eso ha venido cediendo en algunas cosas, pero embistiendo con otras como las inhabilitaciones, porque es su estilo».
León también supone, respecto a la postulación de Edmundo González Urrutia, que «detrás de lo que está pasando hay muchas negociaciones. Pero además hay un límite a las inhabilitaciones. Sobre todo, cuando la oposición ha mostrado que seguiría nombrando candidatos, hagan lo que hagan».
Entonces no tenía sentido seguir haciéndolo con aumento permanente de los costos políticos. Pero eso no quiere decir que no usara muchas otras estrategias para ganarle. Incluyendo la división opositora y la promoción de su abstención. Esa batalla solo comienza», expuso León y amplió que en el contexto actual «la negociación (para el Gobierno) será su mejor arma. Pero hay que entender que sin una negociación muy profunda que garantice que una derrota no signifique perder todo ni destruirse, será mucho más importante ganar que mantener esas relaciones».
Rendueles, experto en campañas electorales, expone que en el escenario actual de Venezuela «la Unidad ha hecho lo posible para sortear los obstáculos y avanzar. Hay muchos intereses y negociaciones en curso que no vemos, pero que han influido mucho. Y también porque será difícil para el Gobierno justificar la inhabilitación del tercer candidato opositor. Ni la izquierda latinoamericana lo apoya en esto, y ya es bastante».
Para finalizar, el experto Yoel Lugo explicó que en el camino de la elección «las jugadas del Gobierno para entorpecer los candidatos de oposición y sus tarjetas apenas están comenzando. No debemos ver la candidatura de Edmundo como algo final porque el gobierno es fiel en crear obstáculos, lo que si no se puede perder de vista es que la solución es votar a como dé lugar».
Vía: Versión Final