Los dos principales pasos por los que llega ayuda humanitaria a la Franja permanecen cerrados mientras que la población se queda sin la única vía de huida de la guerra al extranjero
Los panfletos que Israel lanzó sobre Gaza este lunes contenían varios mensajes amenazantes a la población de Rafah (sur de Gaza) para que evacuaran sus lugares de residencia. Uno de ellos era este: “Les advertimos de que no se acerquen a los muros este y sur”. Ese muro, o valla, es el que marca el perímetro de la Franja en su frontera con Israel (este) y con Egipto (sur) y desde donde en la madrugada del martes, coincidiendo con la entrada en el octavo mes de guerra, el ejército ha lanzado una operación terrestre que las autoridades llevaban semanas anunciando en medio de las presiones internacionales para que no lo hicieran.
La Unión Europea y Egipto han criticado de inmediato este ataque. De momento, los militares no han puesto en marcha una invasión a sangre y fuego y casa por casa, como sí han efectuado en otras localidades de la Franja durante la contienda, aunque se han hecho con el control del estratégico paso de Rafah, que aseguran que estaba siendo empleado por “terroristas” de Hamás.
El ataque, en el que han contado con agentes del Shin Bet (servicio de seguridad interior israelí) y el apoyo de la aviación, se ha centrado en golpes “específicos” y en “áreas limitadas” del este de Rafah para tratar de reducir la presencia de milicianos del grupo fundamentalista, según fuentes castrenses. Una veintena de ellos habrían muerto ya durante la noche, al tiempo que se habrían destruido infraestructuras del grupo tanto a nivel de edificios como subterráneas.
Algunos medios mostraban antes del amanecer desde el lado egipcio que los bombardeos israelíes seguían castigando a Rafah, donde se agolpan en torno a 1,5 millones de personas, más de la mitad de la población de Gaza. Naciones Unidas alerta de que los dos principales puntos de entrada de ayuda humanitaria, el paso de Rafah y el de Kerem Shalom, se encuentran cerrados en estos momentos. Con ese doble bloqueo, “Israel está llevando a la región hacia un desastre y continúa con su política de hambruna y persecución de los palestinos”, denuncia Hamás en un comunicado en el que acusa a Israel de sabotear las negociaciones para alcanzar la tregua. Las autoridades sanitarias de la Franja añaden que son miles los casos de enfermos y heridos que no pueden ser evacuados a Egipto para recibir atención.
Israel ha lanzado esta operación poco después de la conversación telefónica de media hora que mantuvieron el lunes el presidente de EE UU, Joe Biden, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Con este último movimiento sobre el terreno de sus hombres, el mandatario israelí quiere demostrar que, más allá de las advertencias de su aliado estadounidense o del resto de la comunidad internacional, es él quien lleva las riendas del conflicto y quien toma las últimas decisiones. Eso sí, de manera paralela al anuncio realizado en la noche del lunes de que iban a seguir adelante con la operación en Rafah para presionar a Hamás y que liberase a los rehenes, Netanyahu dijo que mandaban una delegación a El Cairo, donde se mantienen negociaciones para conseguir una posible tregua. Horas antes, Hamás había aceptado la propuesta del plan de paz negociada con Qatar y Egipto.
Fuente: el país.com