Es sabido que el cerebro humano es extremadamente frágil y propenso a descomponerse rápidamente después de la muerte. Sin embargo, paradójicamente, también es la parte blanda más frecuentemente conservada en el registro fósil. Un reciente estudio, realizado por antropólogos forenses de la Universidad de Oxford, ha querido entender por qué.
Métodos de conservación
El estudio fue realizado sobre más de 13 mil partes blandas de 213 yacimientos alrededor del mundo. La mayoría de estos cerebros se conservaron por «deshidratación por calor», como 500 cerebros de una necrópolis egipcia. Otros más lo hicieron por “saponificación” (ejemplares encontrados en un cementerio medieval de París). Otros, en Alaska, se conservaron por «congelación». Pero en 1328 cerebros del estudio, su conservación sigue siendo un misterio.
Órgano único
Llamativamente, los cerebros en los que la ciencia no ha podido explicar su conservación, son también los más antiguos, muchos de ellos de hasta 12 mil años de antigüedad. En la inmensa mayoría de los casos, el cerebro fue el único resto blando encontrado, lo que sugiere que este órgano tiene un método de conservación exclusivo. Los expertos creen que la interacción química entre proteínas, lípidos y hierro de la materia gris, con la arcilla de las tumbas descubiertas, podrían ayudar a responder este extraño fenómeno de conservación.
fuente historylatam