La policía australiana ha iniciado una investigación tras la denuncia de la diputada de Queensland, Brittany Lauga, que reveló haber sido drogada y agredida sexualmente durante una salida nocturna en su circunscripción de Yeppoon. Lauga, quien se desempeña como ministra adjunta de salud del estado asutraliano,buscó ayuda policial y hospitalaria el 28 de abril después de su aterradora experiencia.
“Los tests en el hospital confirmaron la presencia de drogas en mi cuerpo que yo no consumí”, contó en sus redes sociales. Esta alarmante revelación motivó a otras mujeres que sufrieron situaciones similares a contactarse con ella y contar sus historias.
La alarmante declaración de Lauga resalta un problema más amplio de violencia de género en Australia, donde una mujer ha sido asesinada cada cuatro días en promedio este año. Este patrón de violencia se subraya aún más con el trágico incidente protagonizado por Joel Cuachi, quien asesinó a seis personas en un centro comercial de Sydney, cinco de ellas mujeres, en un ataque que el comisionado de policía de Nueva Gales del Sur calificó de enfocado hacia las mujeres.
Frente a esta creciente crisis, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que la violencia doméstica es ya una “crisis nacional”, y se comprometió a enfrentar los contenidos misóginos en línea. “Necesitamos cambiar la cultura. Necesitamos cambiar las actitudes. Necesitamos cambiar el sistema legal”, mencionó Albanese en un mitin contra la violencia de género.
Brittany Lauga, de 37 años, quien ha servido en el Parlamento durante casi una década después de ser elegida por primera vez para el escaño de Keppel en 2015, solicitó tiempo para sanar física y emocionalmente, pidiendo privacidad durante este período difícil.
“No está bien. Deberíamos poder disfrutar de la socialización en nuestra ciudad sin el riesgo de ser drogadas o agredidas”, dijo la diputada.
“Nadie debería tener que pasar por lo que Brittany está atravesando”, afimó el premier Steven Miles.
El Servicio de Policía de Queensland ha confirmado que está investigando la denuncia de asalto sexual relacionada con el incidente en Yeppoon, aunque hasta el momento no se han reportado más denuncias en la misma área. No obstante, han hecho un llamado a cualquier persona con información a que se comunique con ellos, en un esfuerzo por abordar este y potenciales casos similares.
“El QPS se toma en serio todas las denuncias de consumo de alcohol en exceso e investiga las denuncias de consumo de alcohol en exceso caso por caso, y a menudo en conjunción con otros delitos como la agresión sexual”, señalaron desde el Servicio de Policía de Queensland.
Incluso, la ministra de Vivienda de Queensland, Meaghan Scanlon, calificó las acusaciones hacia su compañera de “chocantes” y “horripilantes”, según informaron los medios de comunicación australianos. “Brittany es una colega, una amiga, una mujer joven en el Parlamento de Queensland, y leer estas cosas es realmente chocante”, declaró Scanlon.
“Es inaceptable que las mujeres sean desproporcionadamente las víctimas de la violencia doméstica, familiar y sexual. Nuestro gobierno va a seguir haciendo todo lo posible para proteger a las mujeres y poner fin a la violencia”, cerró la ministra.
Los manifestantes pidieron que la violencia de género fuera declarada emergencia nacional y que se promulgaran leyes más estrictas para protegerla. Además, cabe recordar que el proyecto de ley del Código Penal de Queensland que se introdujo en 2020 introdujo cambios en las leyes de agresión sexual en la zona.
Estos cambios incluyen que el silencio por sí solo no equivale a consentimiento, el consentimiento dado inicialmente puede ser retirado por palabras o conducta, y la intoxicación voluntaria del acusado es irrelevante para determinar si era razonable que un acusado creyera que tenía consentimiento.
Fuente: Infobae