El 26 de abril de 1989 inició la tormenta sísmica de Boca de Tocuyo, estado Falcón, con la ocurrencia de numerosos sismos antes y después del evento principal de magnitud 5,7, registrado el 30 de abril a las 04:23 hora local.
El movimiento sísmico de magnitud 5,7 que causó daños en algunas construcciones, fue sentido en los estados Falcón, Carabobo, Miranda, Aragua, Lara, Portuguesa y Distrito Capital; y hasta el 29 de junio de ese mismo año se habían registrado unos 2 mil sismos secundarios (réplicas) al evento principal.
Por otra parte, durante el sismo, en algunas zonas se observó el fenómeno de licuación de suelos (proceso mediante el cual, durante un terremoto, algunos suelos y particularmente algunas arenas dejan de comportarse como sólidos y lo hacen como líquido, perdiendo su capacidad de soporte) que afectó varias viviendas, dos iglesias, dos edificaciones escolares de dos plantas, entre otras que se vieron afectadas en Boca del Tocuyo, Tocuyo de la Costa, Tucacas y daños leves en la ciudad de Valencia, afortunadamente no se registraron víctimas mortales.
En conmemoración a este evento, la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) recuerda a la población en general, que Venezuela es un país sísmico e insta a las comunidades e instituciones a formarse, estar preparados ante eventos de esta naturaleza y consultar los diversos servicios especializados que ofrecemos en ingeniería sísmica, geofísica, geotecnia, geología de terremotos, servicios sismológicos y prevención sísmica.
La planificación es la mejor herramienta para hacer frente a los terremotos; la prevención es la clave. Durante el sismo, debe mantener la calma y cubrirse debajo de una superficie estable. Después de un terremoto, tome precauciones.
Via: www.funvisis.gob.ve.